El otro día, una niña de 5 años de mi pueblo me hizo y dedicó un dibujo; un sol, un bello y sonriente sol. El sol es uno de los principales símbolos del verano que acabamos de estrenar.
Cuando me lo dio, me dijo que le buscase un sitio en mi habitación, y así lo he hecho, lo he colocado justo debajo de un recuerdo, otro símbolo en este caso de mi otra tierra (Sicilia), la luna y el sol.
El sol ha sido un icono constante en muchísimas culturas a lo largo de la historia, en algunas como la egipcia, era una divinidad, Ra. Muchísimas veces ha sido representado en obras de arte, pintura, escultura, poesía, incluso es una metáfora frecuente en muchas canciones. ¿Qué tiene el sol?
El astro imperante en el Sistema Solar es, sin duda, algo maravilloso, pero más maravillosa fue la sonrisa de esa niña cuando me lo dio. A pesar de que había sido un día difícil para mí, aquella sonrisa fue un bálsamo perfecto.
Y es que a veces tenemos que dejar de mirar tanto lo negativo de todo cuanto nos rodea y aprender a disfrutar con las pequeñas cosas, las que nos hacen recordar que merece la pena seguir sonriendo, salga o no el sol.
Los días especiales por obligación vienen marcados en el calendario, los demás podemos elegirlos nosotros.
Disfrutad "el último sol"
"Entre los libros no entendí quien se quedó con la ilusión de nuestra infancia,
si todo fluye hacia delante ¿Cómo queréis sonreiros si odiáis lo que sois sin serlo?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario