lunes, 18 de marzo de 2013

Mi personal efecto mariposa

Miré por la ventana mientras arrancaba el portátil, los árboles están a pocos días de hacer desbocarse la primavera. Terminaba la tarde, esta fría tarde de marzo, de repente en la pantalla apareció uno de esos casi diarios mensajes de la señorita Zmek, mi Manuela. En una sola frase, me urgía a mirar las fotos que había subido una persona a facebook, sabedora de lo poco propenso que soy a cotillear en muros ajenos.

Mi semblante se quedó inmóvil cuando vi aquellas imágenes, se trataba del avanzado embarazo de una chica con la que tuve una bonita historia hace ya unos años. Ella lucía radiante, espléndida, llena de luz y tan guapa como en estas viejas fotos de los días imprudentes. No alcanzaría a explicar lo que sentí a continuación, aunque no dudo si digo que la sensación predominante era de alegría, sé que ella es muy feliz con su vida y que es lo que más deseaba en estos momentos. Lo sé por nuestras ocasionales conversaciones.

Es sorprendente el modo en el que algunas veces algo que nace en un instante, que vislumbra una fugacidad inminente, que se sabe efímero; desemboca en algo que, de algún modo y evolucionando, se vuelve eterno. La culminación del efecto mariposa, la abrumadora y perfecta teoría del caos.

Aquello no fue la historia más perfecta jamás contada pero fue una de las más intensas que he vivido y que sin lugar a dudas configuró una parte importante de mi personalidad.

Hoy la vida sigue, me corrijo, las vidas siguen y necesitaba dedicarle unos minutos al aleteo de aquella magnífica y poderosa mariposa.

lunes, 11 de marzo de 2013

Y van 9 (11-M)

Y sumamos un año más a ese recuerdo que todos tenemos de ese día. Esas llamadas a personas cercanas que podían andar por allí, los nervios por las que no recibían respuesta, el efímero alivio al confirmar que los tuyos estaban bien y el derrumbamiento absoluto al ver que tanta gente estaba tan mal.

El pueblo pagó con su sangre el ansia de poder y el afán de protagonismo del gobernante que menos quiso a España, por mucho que no se la quitase de la boca.

Maldito trío de las Azores, maldita Guerra de Irak.

Nunca olvidaré ese día.