martes, 16 de octubre de 2012

Hablando de ti


Quizás hoy también me atropelle la luz del día, mientras leo anónima poesía en cualquier rincón de las estrellas. Puede ser que ese sol que vomita sus rayos por la ventana no sepa, ni escuche, ni sienta lo que tanto tú como yo callamos.

No sé si fue ayer cuando los ruidos de sirenas lejanas invadieron todo, trataron de arrasar sonrisa y niebla; bombas de racimo en forma de incerteza. Mientras tú y yo en silencio, sin decirnos nada, supimos esperar pacientes a que la tormenta cesara.

Mentiría al decir que no te esperaba, que en esta oscura noche, no he imaginado tu semblanza. Y mientras, las hojas de los árboles secas y sordas, se suicidan sobre la tierra de la que son hijas pródigas.

Das rienda a tus disparos en la noche con puntería halconera, y tus proyectiles, uno a uno, en sus objetivos aciertan. Ya va siendo hora de despertar las caricias, de apartar las barreras, de recoger cada una de nuestras cosechas.

En ese momento en que lamías las heridas de las palabras afiladas, vislumbré una tan terrible como real corazonada: nunca podrás saber que es de ti de quien hablan estas palabras.

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