No pienso soltar la monserga que dirán radio, televisión y prensa, en sus distintas corrientes ideológicas, durante los próximos días. Personalmente creo que es un triunfo de todos los gobiernos de la democracia, y muy especialmente de la labor de Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior, pero ésta es una opinión muy personal.
Más allá de la impresión que tengo de ETA, que será aproximadamente la de la mayoría de quienes lean esto, hay dos experiencias concretas en las que contemplé de cerca el tamaño del terror que han sembrado los malnacidos:
-El atentado de la T-4
En los primeros días de enero de 2007 volví de Berlín, pocas jornadas después de que rompiesen la tregua de la forma más vil y cobarde, con un salvaje atentado en el aparcamiento de la T4 de Barajas.
La campaña electoral de Patxi López
En la campaña electoral de las elecciones vascas, estuve unos días por tierras vascas. Ponía el vello de punta recorrer las calles y que te dijesen aquí cayó un concejal del PP, aquí uno del SOE. Además recuerdo a niños gesticulando como si disparasen sobre el autobús que nos trasladaba. Muchas experiencias muy crudas, pero se percibía un ansia de paz que era imparable.
De aquellos días obtuve mucho aprendizaje, entendí un poco más la complejidad de la sociedad vasca, la importancia de la iglesia, las variopintas posturas, el desprecio de unos, la voluntad de entendimiento de otros...
Enhorabuena y mucha suerte a los vascos, tenéis un futuro en libertad por delante y vosotros, mejor que nadie, sabéis lo que supone eso.
Os recomiendo muchísimo el programa de Salvados del domingo pasado, titulado "Borrando a ETA"
Ojalá esto que celebramos hoy sea definitivo y no nos vuelvan a tomar el pelo. Que nunca se olvide a las víctimas de todo este sin-sentido.
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