jueves, 20 de diciembre de 2012

Como caballos sin rienda

 Si os apetece, poned la música para que suene mientras leéis esta entrada.



Me desperté, puse música y aleatoriamente sonó esta canción de The Band of Horses (La banda de los caballos). Mientras me desperezaba, sin saber muy bien el porqué, vinieron a mi cabeza recuerdos, unos lejanos, pero la mayoría no tanto. Sin embargo, todo parecía indiscriminadamente pasado. "La vida se ha desbocado" pensé, corre tanto como caballos despavoridos. Esa velocidad, nos impide valorar merecidamente los mejores momentos de nuestra existencia, a menos que nos detengamos a contemplar.

En mi cabeza llovían reflexiones sobre todo, pero especialmente de las últimas semanas, de los últimos meses. Sorprende, todo parece ir encontrando un sentido, todo parece ir encajando y a pesar de que el mundo esté hecho un asco, estoy atravesando una de las fases más interesantes e intensas de mi vida a nivel personal.

Mañana no se acabará el mundo, ya lo siento por los que han hecho negocio a costa de los pobres Mayas. No creo que se acabe a corto ni a medio plazo, el mundo quizás nunca acabará, tal vez acabemos nosotros, pero jamás lo que nos compone.

Intentad ser felices mientras la tormenta parezca inacabable.

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