Esta semana ha sido para mí muy intensa, no he parado, ha habido buenos y malos momentos. Hoy no pretendo escribir sobre nada en concreto y sí sobre todo.
El ser humano a veces se empeña en remarcar las cosas que nos separan a unos de otros, en lugar de ver las que nos unen. Es una lástima que tengan que ocurrir sucesos como los del terremoto y tsunami de Japón u otros sucesos similares para que se nos reblandezca el corazón y nos demos cuenta de que hay cosas más importantes que el ser del Madrid o del Barça, creer en un Dios, en otro o en ninguno. A veces las personas nos perdemos en la superficie sin ver la profundidad.
Si lo aplicamos a nuestro ámbito más privado, seguramente nunca agradecemos lo suficiente lo felices que nos hacen los que más nos quieren, al parecer vamos a tener un fin de semana de lluvias, ¿Qué mejor forma de empezar a despedir el invierno que disfrutar de quienes más queremos desmostrándoselo?
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