lunes, 4 de abril de 2011

El alcance de las palabras

A nadie se le escapa que nuestras vidas siempre se ven influenciadas en mayor o menor medida por nuestro núcleo más cercano de personas, familia, amigos, parejas, vecinos,... al igual que las suyas se ven influenciadas por nosotros, pero no siempre tenemos en cuenta los siguientes eslabones de la cadena. Quiero decir, la influencia que ejercemos o nos ejercen los amigos de nuestros amigos, o en los amigos de los amigos de nuestros amigos.

Viendo el programa de Eduard Punset "Redes", dedicado a "El Poder de las Redes Sociales", tuve consciencia de la increíble influencia que generamos a través de nuestras redes sociales, no sólo de las redes cibernéticas, si no de las redes sociales habituales, a pie de calle o en nuestra propia casa.

Ayer hablé con distintos vecinos del pueblo que estaban preocupados por la situación de enfrentamiento en Casar de Palomero y que me decían que veían difícil una solución, sin embargo yo sé que no, sé que el odio muere si no come, ahora el odio está siendo alimentado y todos sabemos por quién. Si consigo el apoyo de los vecinos, ese odio va a morir de hambre, ese enfrentamiento morirá de desnutrición, desde el ayuntamiento se va a gobernar para tod@s.

Como pueblo, somos un grupo de personas interrelacionado, nuestros amigos son amigos de quien nosotros quizás no lo seamos, y así debe ser, todos debemos estar relacionados en mayor o menor medida porque en el pueblo nos conocemos todos, y todos debemos trabajar por el bien del conjunto para que todo vaya a mejor.

Os dejo el programa que os comentaba, de la mano de James Fowler de la Universidad de California, Punset nos desvela una serie de entresijos de las relaciones humanas que seguro no dejarán indiferentes a las mentes más despiertas (tiene un anuncio publicitario previo de medio minuto):

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